Vida saludable

Los pilares de una vida saludable

Desde Vitae somos partidarios de tratar la salud y el bienestar desde un punto de vista integrativo. Eso significa que a la hora de potenciar nuestra salud debemos tener en cuenta una serie de factores interconectados entre sí. Cada persona tiene que decidir cuáles son los pilares de su vida y cómo quiere estructurarla. A continuación, vamos a describir algunos de los pilares que consideramos básicos y más importantes.

Alimentación saludable

Este es el primer factor que, seguro, a todos nos viene a la cabeza cuando hablamos de vida saludable. Hay que tener cuidado con lo que consideramos alimentación saludable ya que en el mercado están instaurados una serie de productos que nos venden como buenos para nuestra salud, pero no lo son. Unos ejemplos de ello son todos los procesados light o las leches vegetales con un alto contenido de azúcar. Por lo tanto, hay que tener claro lo que compone un plato saludable, aprender a leer las etiquetas, detectar aquellos componentes poco recomendables y escuchar a nuestro propio cuerpo (que nos dice muchas cosas).

Un plato saludable debería contener muchos colores y vegetales. Concretamente, más de la mitad del plato debería estar compuesto por vegetales y frutas, haciendo especial hincapié en todos aquellos de hoja verde. También debería contener proteína de calidad, una pequeña porción de cereales y grasas saludables como el AOVE. También es importante que hagamos las comidas que hagamos al día, todas ellas deberían estar regidas por este criterio. ¡Sí, sí, incluso el desayuno!

Finalmente, recalcar que lo recomendable es consumir distintos tipos de vegetales para beneficiarnos de todas las vitaminas y minerales necesarios para nuestro organismo. No se vale siempre comer lechuga Iceberg.

A parte de lo nombrado anteriormente, sería recomendable eliminar por completo de nuestra dieta todos los procesados, refinados (incluido la harina blanca) y azúcares (atentos porque muchos alimentos procesados llevan azúcar) y moderar el consumo de carnes rojas, lácteos, gluten y soja. Siempre que se pueda, sería interesante consumir productos ecológicos y libres de tóxicos. En definitiva, comer lo más limpio posible.

Finalmente, si es necesario, podemos complementar nuestra dieta con complementos alimenticios, siempre supervisados por nuestro profesional sanitario de confianza. Algunos de los complementos alimenticios altamente recomendables serían el omega-3 y 6, los probióticos y enzimas digestivas, el alga Chlorella para desintoxicar el organismo (como mínimo 2 veces al año) y el magnesio, para relajar la musculatura y descansar como un bebé.

Movimiento

El movimiento no es lo mismo que el ejercicio. Estamos hechos para estar en vertical y en movimiento, no para estar en una silla, delante de un ordenador 8 o 10 horas. Los beneficios de andar y moverse son innumerables, regula los niveles de azúcar en sangre, disminuye la presión arterial y el colesterol, nos ayuda a pensar mejor y a ordenar nuestras ideas, entre otros muchos beneficios.

¡Mínimo 10.000 pasos al día!

Ejercicio

El ejercicio de fuerza o resistencia también es imprescindible para mantener un estado de salud óptimo. A parte de todos los beneficios fisiológicos, tiene innumerables virtudes para gestionar el estrés y la ansiedad. No es necesario ir al gimnasio si no nos convence, hay muchísimos tipos distintos de deportes y solo es cuestión de encontrar el que más se adecue a tus necesidades.

Descanso

Seguro que lo has leído mil y una vez, pero aun así parece que nos cueste de creer, dormir es imprescindible para mantener un estado de salud óptimo. Si no dormimos las horas necesarias y con un sueño de calidad, no rendiremos adecuadamente al día siguiente, nuestros niveles de estrés y ansiedad aumentarán, sufriremos más inflamación, envejecimiento prematuro, entre otras muchas patologías.

El número de horas necesarias para cada persona es distinto y es tarea nuestra averiguar cuál es nuestro número óptimo. Para ello, es muy recomendable que, durante dos o tres días nos despertemos sin despertador y de forma natural y observemos cuantas horas necesitamos dormir. Eso sí, cuándo hagamos esta prueba, deberíamos irnos a dormir a la misma hora aproximadamente y, a poder ser, antes de las 12 de la noche, que es cuando el sueño es de más calidad.

Relajación

¡Mantener el estrés a raya! Algo que parece imposible en los tiempos que corren pero que es absolutamente necesario para conseguir un estado de salud óptimo. El estrés mal gestionado provoca muchísimas patologías y es considerado una de las enfermedades de nuestro siglo. Si mantenemos una situación de estrés durante un período largo de tiempo nuestros niveles de cortisol aumentaran provocando, lo que llamamos, fatiga adrenal.

A parte de todas las patologías a nivel psicológico que puede provocar, también aumenta el riesgo de sufrir innumerables enfermedades aparte de dificultarnos disfrutar de nuestro día a día como nos merecemos.

Naturaleza

Somos animales y como tal necesitamos estar en contacto con la naturaleza. Con la modernización y la vida en las ciudades cada vez nos hemos alejado más de ella, priorizando pantallas y luces artificiales en vez de guiarnos por los ciclos naturales tan accesibles y a la vez tan desconocidos por la gran mayoría de nosotros. Es importante tener el máximo contacto posible con la naturaleza, respirar, descalzarnos, estar en contacto con la tierra y rodearnos de verde.

A parte de esto, es muy recomendable observara los animales e intentar seguir, en mayor o menor medida, los ritmos naturales. Así pues, cuando se pone el sol, intentaremos no comer o comer lo mínimo para que nuestro organismo descanse. A partir de ciertas horas intentaremos no mirar pantallas ni estar en contacto con luces azules ya que distorsionan nuestra capacidad de generar melanina y que tanto insomnio provoca.

Gestión emocional

La gestión emocional es otra de las grandes deficiencias de nuestros tiempos. Nos escuchamos muy poco a nosotros mismos y, generalmente, hay un gran desconocimiento de nuestras emociones. Lo que nos pasa por dentro se refleja por fuera y lo que sentimos tiene un gran peso en nuestra salud. Para ello es importante aprender a conocernos, a saber qué nos gusta, qué necesitamos, cómo funciona nuestro organismo, etc. Porque todos somos diferentes y no tenemos las mismas necesidades.

Vida social

Somos animales sociales y por ello es muy importante cultivar nuestro propio círculo social con el que compartir y hacer tribu.

Tiempo para uno mismo

Finalmente, el último pilar que hemos querido resaltar es el tiempo para uno mismo. Esto que parece una obviedad, a veces, nos es difícil de conseguir, especialmente si tenemos hijos u otras personas a nuestro cargo. Pasar tiempo con uno mismo es un regalo que deberíamos darnos a diario, aunque sean únicamente diez minutos de nuestro día. Podemos ir a pasear, a tomar un café o infusión a nuestro sitio favorito, leer un libro, ir al cine…en definitiva, tener una cita contigo mismo. Esto es importante porque nos ayuda a ser personas libres, independientes, autosuficientes y a fomentar relaciones saludables con los demás. Tenemos que ser capaces de aprender a vivir con nosotros mismos y solo de este modo seremos capaces de hacerlo con los demás.

Tal y como decíamos al inicio del artículo, cada persona estipulará sus propios pilares y prioridades vitales, pero estos creemos que son básicos en la vida de cualquier persona que quiera vivir en harmonía y equilibrio, entiendo que nada es lineal y que siempre habrá momentos buenos y otros de no tan buenos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Need help? From 08:30h - 18:00h here